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Hay existencias
Hablar de burocracias nunca ha sido particularmente agradable. La burocracia gubernamental a menudo nos parece ofensiva y, los burócratas, una partida de zánganos privilegiados y crueles, más interesados en las reglas y el papeleo, o en aumentarse el salario, que en resolver los problemas que enfrentan los ciudadanos. No obstante, a pesar de su mala reputación, las burocracias públicas son centrales para la provisión de servicios públicos, el achicamiento de las brechas que nos separan y, en última instancia, para la garantía real de nuestros derechos.
Los ensayos contenidos en este libro pretenden animar la reflexión y el debate sobre un tema viejo, pero que demanda ser desempolvado y reconsiderado a la luz de los retos actuales. Según el autor, los diversos problemas del ejercicio de gobierno democrático de manera invariable apuntan, directa o indirectamente, a la forma en la que se organiza y funciona la burocracia y, en particular, a si se cuenta o no con una burocracia profesional. En este sentido, procurarnos “profesionales del gobierno”, como les llama el autor, debería ser una preocupación central para cualquier persona y gobierno con aspiraciones genuinamente democráticas.