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Hay existencias
México ha experimentado profundas transformaciones a raíz de las reformas económicas emprendidas en la década de los ochenta. La apertura comercial, denotada en especial con el tlcan, se presentó como un medio poderoso para expandir el comercio y la inversión, incrementar la movilidad del trabajo entre países, dinamizar el crecimiento económico y potenciar la industrialización, reducir las desigualdades y, en general, alcanzar un mayor bienestar. En este libro se examina la organización geográfica agregada y sectorial de las industrias manufactureras en México y se discute de manera crítica el impacto de la implantación del modelo de economía abierta sobre la localización y concentración geográfica de este importante sector económico. En el trabajo se expone que, a pesar de que la reorientación del modelo de desarrollo nacional, vinculado con la puesta en marcha de políticas de corte neoliberal, vaticinaba una reducción de las históricas brechas regionales, las inconsistencias, la desarticulación y las asimetrías persisten. El desarrollo regional en México es de carácter desigual y polarizado, consecuencia de la tendencia a la concentración del empleo y la producción en puntos específicos del territorio. Un ejemplo de ello es la industria automotriz, que se examina con particular atención. La apertura impregnó de dinamismo a nuevas localizaciones industriales del país, como el Bajío, pero también profundizó las divergencias con respecto al sur. Aunque la agudeza de las disparidades regionales requiere la intervención pública, los años recientes se han caracterizado más bien por la ausencia o ineficacia de políticas con orientación regional.
Alejandra Trejo Nieto