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Hay existencias
Las violencias colectiva, política y criminal no son fenómenos nuevos en México. Desde la posrevolución y hasta nuestros días, su historia es larga y variada. Recurrir a la violencia resulta una forma bien establecida y aceptada de hacer política, establecer lazos sociales y ordenar la sociedad por parte de actores estatales, sociales y del crimen organizado. A pesar de su ubicuidad, uso y productividad, los especialistas en los movimientos sociales rara vez la estudian en sí misma o ponen atención a la lógica interna de las tramas de interacciones violentas entre actores colectivos, autoridades y grupos criminales. Tampoco lo hacen con la constitución y funcionamiento de órdenes sociales locales resultantes de estos conflictos, en los cuales la violencia juega un papel central.
En contraste con el estudio de la violencia desde perspectivas estructurales y simbólicas, en esta obra se da cuenta de ella como una compleja forma de acción social, con frecuencia organizada y ejecutada colectivamente, dirigida a dañar, lastimar, vulnerar o aterrorizar a personas, grupos y a sus cuerpos (lo que incluye también el asesinato), así como a destruir objetos y condiciones materiales y sociales de vida.
El lector encontrará en este libro una descripción detallada y un análisis original del uso y los efectos de las violencias colectiva, política y criminal en tres episodios de la vida nacional actual: la represión estatal en contra del Frente de Pueblos en Defensa por la Tierra de San Salvador Atenco y sus aliados (2006), el levantamiento armado de las autodefensas de Michoacán en contra del terror y la expoliación de los Caballeros Templarios (2012-2015) y la persecución, asesinato y desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa por parte de un coalición de actores criminales y agentes estatales (2014).