Ricardo Flores Magón y la Revolución mexicana, y otros ensayos históricos

Todos aquellos que trataron al maestro Eduardo Blanquel (13 de octubre de 1931-24 de mayo de 1987), ya fuera por la confianza que da la amistad o por el estrechísimo vínculo con el que enlaza la docencia, creyeron que siempre reconoció en su formación la influencia de dos grandes historiadores mexicanos del siglo xx, aparentemente irreconciliables, pero indispensables ambos: Edmundo O’Gorman y Daniel Cosío Villegas. Del primero siguió las enseñanzas teórico-historicistas; del segundo, su preocupación por los asuntos sociales y su gusto particular por la historia de la Revolución mexicana, tan distante del trabajo de don Edmundo, probablemente porque éste, más que vivirla, la sufrió. Precisamente por su cercanía con ambos maestros, la vida profesional de Blanquel estuvo enlazada a dos instituciones representadas por ellos: la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que Blanquel se entregó de una manera por demás comprometida, y El Colegio de México, donde trabajó en varias ocasiones a instancias de Daniel Cosío Villegas. El año pasado se cumplieron 20 años de su muerte y El Colegio quiere rendirle con esta publicación un merecido homenaje.