La tendencia doctrinaria, que exalta la influencia de la raza hasta el punto de considerarla el eje de la historia -y da pábulo con ello, a las expresiones de racismo- no ha tenido comprobación científica. La ciencia, antes bien, la desmiente. No es posible distinguir en un estado de cultura lo que se debe a las condiciones étnicas y lo que corresponde a factores físicos y a los atributos sociales. Menospreciar a los hombres por el color de su pigmento o perseguirlos en nombre de una imaginaria inferioridad biológica, es cometer un crimen de lesa historia y de lesa humanidad.
Roberto MacLean y Estenós