Como en una larga serie de otros trabajos similares al presente acerca de la fuentes clásicas y cristianas de las oras eruditas de Quevedo, hemos utilizado ahora, al estudiar la personalidad de dicho insigne humanista como intérprete y continuador de Séneca el retórico, las ediciones de las obras “quevedescas” de Astrana Marín y de D. Aureliano Fernandez-Guerra y Orbe, reiteradas veces citadas consultadas en las eludidas monografías de referencia.
Pedro Urbano González de la Calle