Para Tomás Segovia “el desafío era tratar de escribir un libro donde pueda uno pensar todo lo que le dé la gana sin que eso paralice el lenguaje sobre el que está uno pensando… Y por otro lado, se autoriza a la mirada a indagar en todos los temas que despierten su curiosidad, y esa mirada, aunque no deja de mirar desde la poesía, no mira por eso, mira por la curiosidad.” De ahí, la poética y la profética.
“Confieso […] que en estas páginas piso a menudo con temeridad terrenos que tienen dueño, o sea que tienen sus especialistas. Aclaro que no discuto sus títulos de propiedad, sino únicamente la pretensión de que esos títulos dan derecho de prohibir a otros el libre tránsito por esas tierras. Aspectos del pensamiento actual tan importantes como el marxismo o el evolucionismo, el freudismo o el estructuralismo, la física relativista o la genética molecular, y tantos otros, no pueden ser hoy coto exclusivo de los especialistas. El no especialista se mostraría bien ingenuo en aceptar esas barreras cuando es precisamente en él. en su actividad y en su vida, donde esas grandes ideas tiene más probabilidades de ejercer alguna influencia autoritaria, alguna tiranía o algún chantaje”
Tomás Segovia
Tomás Segovia