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Sin existencias
Un viejo travesti de la cárcel nos dio la clave para entender los procesos de subjetivación específicos de la institución carcelaria. La Paz nos señaló el orden preformativo de las identidades y de la subjetividad. Ella misma pasa por su cuerpo desde lo homosexual al machismo. Por lo tanto, queda en una zona intermedia, en un entre permanente. Es ambos a la vez. Entonces, si continuábamos adheridos a la polaridad femenino/masculino, hombre/mujer, creyendo que el género corresponde a la diferenciación de unidades discretas, lo que ella nos decía no tenía sentido alguno. Lo que hicimos fue ponernos entre, y entender al género como una línea, cuyos costados son trazados desde dentro: se está en este campo indeterminado, se está entre, y luego se dirime, por decirlo así, hombre y mujer, masculino y femenino.
Rodrigo Parrini Roses