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Sin existencias
En este libro se examinan las consecuencias políticas de la expropiación bancaria que decretó el presidente López Portillo el 1° de septiembre de 1982. No obstante su importancia, el episodio no está registrado en el calendario cívico y tampoco ha sido estudiado como lo amerita en vista de sus profundas consecuencias, como si se tratara de un asunto incómodo que es preferible dejar en el olvido, tal vez porque ocurrió en medio de circunstancias extraordinarias de angustia y de incertidumbre, que se impusieron a un gobierno y a una sociedad igualmente desorientados. La ausencia de reflexiones críticas a propósito de la expropiación de la banca contribuye a alimentar ideas falsas acerca del por qué de las reformas económicas de los años noventa, o de las razones de la inconformidad antiautoritaria que estuvieron en el origen de la democratización. La decisión nacionalizadora fue determinante en ambos casos. De manera que la invitación a discutirla y a examinar sus consecuencias políticas y financieras es una oportunidad para hacer una recapitulación de muchos temas del pasado reciente, que también arroja luz sobre el presente.
Soledad Loaeza Tovar