El mundo en portugués: un diálogo

He acompañado, con enorme curiosidad y atención, la espectacular transformación experimentada por Brasil desde que se liberó de la dictadura militar. Admiro la determinación y la sabiduría de los principales responsables de la política brasileña por construir un país abierto al exterior y resueltamente volcado hacia el futuro y no me canso de alabar la sensatez, la prudencia y el equilibrio puestos de manifiesto por el pueblo brasileño durante las tormentas políticas y monetarias a que estuvo sujeto y que tan airosamente ha sabido superar. Entre mis amplios políticos brasileños, Fernando Henrique Cardoso es, seguramente, de los que más admiro y quizá de los más antiguos. Hace ya cerca de 30 años que mantenemos abierta una línea de diálogo sobre los problemas fundamentales de nuestros dos países y sobre las cuestiones cruciales del mundo que nos rodea y condiciona. Además de eso, nuestras trayectorias políticas tienen alguna semejanza. De esas conversaciones, siempre informales, a solas o en pequeños grupos de amigos, pero muy intensas y algunas veces acaloradas -por causa del poco conocimiento que los portugueses tienen sobre la historia contemporánea de Brasil y la falta de percepción de los brasileños al respecto, en especial de las perspectivas que se abren para Portugal en el cuadro de su inserción en la Unión Europea-, nació la idea de hacer un libro, a dos voces, que fuera el resultado de una conversación “á bâtons rompus”, como dicen los franceses, grabada durante un poco más de 20 horas, en 10 días sucesivos, cabiéndome a mí asumir casi siempre la responsabilidad de proponer los temas, mientras que el presidente Fernando Henrique Cardoso respondía con enorme claridad y franqueza. Así nació el libro que ahora se presenta al público. Lleva el título, que juzgo significativo, de El mundo en portugués: un diálogo. (Mário Soares).