Se ha hecho ya la novela del trópico enloquecedor y asesino. Novela monstruosa, envenenada de paludismo y mordeduras de víboras, donde el homicidioestá situado como una obvia categoría cotidiana, y el dolor de la carne, en bestias y hombres, duele a lo largo de todas las paginas, emborrachando de doler y heder.