En el presente libro se parte de buscar en la obra histórica al hombre que la escribe, tratando de averiguar lo que siente y lo que piensa, indagando cuales son los motivos que mueven su pluma y le hacen ver los hechios de determinada manera. Cada hombre contempla la realidad que le rodea con una perspectiva propia, y no puede haber estudio más apasionante que el de observar cómo un mismo núcleo de hechos se refracta diversamente según el espectador que lo describe
Ramón Iglesia