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Hay existencias
La estancia diplomática de Alfonso Reyes en Argentina tuvo resultados positivos en la juventud literaria de ese país. Su ejemplo marcó a las nuevas generaciones y su amistad dejó huellas perdurables. Así, el destino de los hermanos Lida habría sido otro sin la bondadosa y estimulante presencia del escritor mexicano. Las cartas de Raimundo Lida, quien estuvo ligado a El Colegio de México durante varios años, revelan sobre todo al hombre, a un ser sensible, generoso y exigente. Discípulo de Pedro Henríquez Ureña, Amado Alonso y Alfonso Reyes, Lida se distinguió por su inteligencia, su cultura y su seriedad. Su hermana María Rosa Lida de Malkiel, igualmente preparada, muestra ser en su diálogo con Alfonso Reyes una interlocutora docta y amena, dueña de una vasta erudición y de un agudo sentido crítico. Estas cartas constituyen un capítulo más en el abundante y creciente libro epistolar de Alfonso Reyes.
Serge I. Zaïtzeff