En México existen dos fuentes principales que ofrecen estadísticas en materia de homicidios cometidos con armas de fuego: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Mientras el primero toma en cuenta los certificados de defunción expedidos por la Secretaría de Salud (SS), el segundo tiene como base las investigaciones judiciales.
Asimismo, el SESNSP cuenta con dos bases de datos que ofrecen cifras distintas en materia de homicidios: 1) la incidencia delictiva del fuero común y 2) las víctimas y unidades robadas. La primera se refiere a la presunta ocurrencia de delitos registrados en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación reportadas por las procuradurías y fiscalías estatales. La segunda contabiliza el número de víctimas registradas en cada carpeta de investigación (es decir, puede haber más de una víctima por carpeta).
Dado que las cifras del SESNSP dependen de los delitos denunciados ante las autoridades y de aquellos en los que se inicia una carpeta de investigación, la base del Inegi es considerada como la más confiable.
Por esta razón, en el presente documento se rescatan, a nivel nacional, las cifras absolutas y las tasas por cada 100,000 habitantes con base en la información proporcionada por el Inegi. Ahora bien, considerando que esta base de datos abarca el periodo de 1990 a 2023, se incorporan también las cifras de “homicidios dolosos” de la base de víctimas y unidades robadas del SESNSP —la más cercana en metodología al Inegi— para cubrir el periodo más actualizado disponible: enero a noviembre de 2024.
Sergio Aguayo Quezada (supervisión)