La lucha por su soberanía es una característica fundamental de la historia de Tlaxcala, y por ello es uno de los principales hilos conductores que el lector tiene en sus manos. Además invita a considerar el notable contraste que se da entre lo reducido de la superficie y lo escaso de los recursos naturales que tradicionalmente ha tenido este estado, frente a la riqueza de su cultura y la densidad de su historia. Zonas arqueológicas de primer orden, edificaciones coloniales de gran belleza, numerosas obras públicas y privadas realizadas en los dos últimos siglos, así como abundantes tradiciones y expresiones artísticas, son testimonios de su vida intensa y prolongada.
Ricardo Rendón Garcini